“Solo hay una cosa peor que emprender algo y fracasar: no emprender nada” Seth Godin
¿Ya tienes una idea de negocio? Ahora toca superar el siguiente reto, conseguir financiación. Algunos emprendimientos necesitan poco capital para empezar, y otras no necesitan ninguno.
Sin embargo, la mayoría precisa un apoyo importante, y casi todas deberán conseguir el patrocinio en algún momento de su desarrollo.
Una habilidad importante para un emprendedor es ser capaz de convencer a los posibles inversores de que su idea es viable y de que juntos cuentan con los recursos y el conocimiento necesario para convertir ese concepto único en un éxito.
Claramente, la idea debe ser rentable, pero a veces, solo es una buena idea en el papel.
Para saber si una idea tiene potencial. Hay que realizar un estudio de la competencia y del mercado de referencia. ¿Quién compite con ella por el dinero y el tiempo de los consumidores? ¿Vende la competencia productos directamente competitivos o posibles sustitutos? ¿Qué imagen tiene esa competencia en el mercado? ¿Qué tamaño tiene ese mercado?
Cada vez estamos más globalizados, competitivos y explotados, por lo que pocas empresas son lo bastante afortunadas como para dar con un nicho de aporte beneficios. Para triunfar, las compañías deben hacer algo distinto a fin de incursionar en el mercado y tomar su lugar, una de esas estrategias es la diferenciación, es decir, debes ofrecer algo que la competencia no tiene, una propuesta única o propuesta emocional.
Puedes diferenciarte es cada una de las fases de tu negocio, en la producción, la obtención de la materia prima, el servicio posventa, trata de distinguirte tus productos o servicios.
Sacar ventaja suele depender de dos cosas: ser el primero en un nicho de mercado o ser distinto del resto. Por ejemplo, en 1995 eBay se convirtió en la primera empresa en introducirse en el mercado de subastas en línea, y desde entonces lo domina. Volvo hizo algo similar, pues fue la primera en identificar el nicho de los autos de lujos en India, donde goza de saludables ventas. En cambio, Facebook no fue la primera red social, pero es la que tiene más éxito al ofrecer un producto mejor. Cuando por fin se establece una empresa, el desafío es otro: mantener las ventas y crecer a corto y largo plazo